Cuando la guerra estalla, mírame cara a cara, con todo tu odio. Cuando me ejecutas con metralla, no eres tú quien me mira desde los ojos en tu rostro. Quienes aprietan los gatillos, lo hacen para sobrevivir y que tú no les ejecutes. Y en tus ficticios galones, opuesto está el deber al derecho, para borrar de la faz y la memoria por ideal, por odio o por despecho. Y cuando los años pasan, tu sonrisa es una mueca en tu trastornada facha. Relatas los hechos ido, como gran combatiente en la promesa de un nuevo mundo.
Bernabelin, poemas y versos para alcanzar el infinito. Liberar el espíritu, leyendo palabras que dibujan un camino para la eternidad.